«Yo no me sé relajar». ¿Cuántas veces habremos oído eso? A menudo tenemos la sensación de que parar durante un momento es sinónimo de perder el tiempo y se acaba generando un cierto estado de nerviosismo ante la posibilidad de un espacio de tiempo en el que no hay una actividad programada. Esta incapacidad de relajarse, de pararse, es un síntoma de que se está sufriendo estrés, una respuesta natural ante situaciones que suponen una amenaza y requieren un sobreesfuerzo mental y físico. Esto suele suceder sobre todo en los deportistas de alto rendimiento, aunque dependiendo de la persona, puede afectar a cualquier nivel.
Al encontrarse con una situación de estrés, se produce un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo, que es la parte del sistema nervioso que controla las acciones involuntarias. Es ahí donde tiene que entrar en juego de manera consciente un trabajo que bloquee esa situación de estrés para evitar tener que realizar ese sobreesfuerzo mencionado. Lo malo del estrés es que no solo tiene un efecto negativo en el instante en que tiene lugar, sino que se alarga en el tiempo y puede convertirse en un malestar prolongado con graves consecuencias para el desempeño de las actividades diarias, no solo el deporte.
Cuando hay una situación de estrés continúa, el sistema nervioso pierde la capacidad de funcionar correctamente, de manera que afecta a las tareas más cotidianas, como puede ser el proceso de digestión. Asimismo, las conexiones entre cuerpo y cerebro amplían ese espectro al trabajo, deporte o sexo, de manera que el afectado siente que el estrés se apodera de su vida y lo limita de manera considerable en los aspectos que más le conciernen.
En una situación como esta, en que permanentemente estamos “activados”, es pues imposible relajarse de forma voluntaria. Para poderlo hacer, primero tendríamos que llevar el sistema nervioso hacia la capacidad de reequilibrarse y calmarse. El estrés acelera el envejecimiento y afecta al rendimiento deportivo, por lo que debes buscar maneras de relajar cuerpo y mente para mantener un buen estado de salud y poder tener un rendimiento óptimo al hacer ejercicio.